Monday, September 4, 2023

LAS CREENCIAS LIMITANTES Y TU CRECIMIENTO

Tal vez no te des cuenta, pero cuando se trata de vivir una vida mejor y alcanzar tu potencial, las creencias limitantes podrían ser tu peor enemigo. Estas se refieren a ese diálogo interno negativo que, constantemente, te frenan en tu crecimiento y desarrollo personal; son esos mensajes negativos sobre tu capacidad o tus cualidades que, con frecuencia traes desde tu infancia y que han sido alimentados por la escuela, la religión, la política, la academia y, también, la sociedad en general. Piensa por un momento en todos los mensajes que podrías haber recibido sobre ser malo, perezoso, egoísta, lento o incapaz e ignorante. Estos mensajes se arraigan en tu subconsciente y contribuyen a crear ese diálogo interno del adulto que te hace sentir mal; es un Crítico Interno que, lamentablemente, interviene para decir que no eres tan brillante. Este constante “no puedes” se convierte en un patrón de autosabotaje que te impide alcanzar tus sueños. Es imperativo y urgente que comiences a reescribir los mensajes de ese diálogo interno negativo, hasta lograr convertirlos en creencias positivas.

Algunas, aunque no únicas, de las creencias limitantes más comunes que pueden estar ocultas en tu subconsciente, impidiéndote ser tu mejor versión, son las siguientes:

No soy nada especial.

No sé lo que quiero.

No tengo tiempo.

Es demasiado tarde.

Todos los demás saben qué hacer excepto yo.

No necesito ayuda.

No soy lo suficientemente bueno.

Es necesario luchar contra las
creencias limitantes

Si alguno de estos mensajes te resulta familiar, no te desesperes; pues hay mucho que puedes hacer para enfrentar las creencias limitantes y liberarte de ese molesto peso. Puedes comenzar ahora mismo desafiando esas creencias y reemplazándolas con mensajes más positivos.

Cambia tus Mensajes Negativos por Positivos

Antes de sugerirte algunas técnicas mentales simples, es importante que sepas, lo importante de acudir a un especialista, consejero o profesional, cuando tu problema se salga de tu control. Identifica de manera objetiva, tus creencias negativas y somételas a una revisión de la realidad. Intenta desafiar cada creencia que te resulte familiar, reemplazándola por una perspectiva más positiva. Veamos algunos ejemplos, para algunas creencias.

1. No soy nada especial

Creer que eres solo una persona común y corriente sin nada especial que ofrecer es una de las creencias más perjudiciales. Nadie más en la historia del mundo ha sido como tú. Eres único, con un conjunto exclusivo de habilidades, talentos y experiencias. Nadie más tiene lo que tú tienes para ofrecer. Y, así, debes creerlo firmemente.

2. No sé lo que quiero

No puedes avanzar a menos que sepas lo que deseas, no solo lo que crees que los demás esperan de ti. Tómate un tiempo para pensar en lo que te encantaría tener en tu vida si el dinero o las circunstancias no fueran un obstáculo. Luego, haz una lista de todas tus habilidades, pasiones, intereses y experiencias y observa qué recursos ya tienes para convertir tus sueños en realidad.

3. No tengo tiempo

Todos estamos muy ocupados en la vida, claro, todos están ocupados, pero decir que no tienes tiempo para trabajar en tus creencias limitantes es igual a decir que no. Es una señal de que tal vez tienes miedo o que no quieres cambiar. Comienza por descubrir lo que te gusta y lo que no te gusta en tu vida actual, y encontrarás más motivación para encontrar tiempo para hacer cambios. Si deseas ser libre para ser la mejor versión de ti mismo, puedes optar por liberar tiempo en tu agenda.

4. Es demasiado tarde

Nunca es demasiado tarde para hacer lo que quieras hacer. No hay un cronograma universal que diga que debes haber alcanzado metas de vida particulares, como comprar una casa, casarte o incluso terminar la universidad a una cierta edad. Vives tu vida según tu propio horario, y puedes elegir cambiarlo cuando quieras.

5. Todos los demás saben qué hacer excepto yo

Nadie tiene todas las respuestas. Todos en las redes sociales pueden parecer felices, ricos y de vacaciones todo el tiempo, pero eso no es toda la historia. Las personas seleccionan cuidadosamente lo que muestran en las redes sociales y crean una historia para parecer exitosas. No te dejes llevar por las apariencias y las comparaciones. Todos están haciendo lo mejor que pueden, al igual que tú.

6. No necesito ayuda

Está bien, e incluso es necesario, pedir ayuda a veces y no hay razón para avergonzarse de ello. Nadie puede hacerlo todo solo. Los seres humanos todos dependemos en cierta medida los unos de los otros. Y es recíproco. Alguien te ayuda, y tú lo devuelves ayudando al siguiente.

7. No soy lo suficientemente bueno

Sentirte indigno puede ser corrosivo. Deja de lado el perfeccionismo y acéptate a ti mismo como la hermosa persona que eres, con tus potenciales, habilidades y, claro, con tus defectos y debilidades.

8. No puedo hacer esto hasta que arregle aquello

La procrastinación es otra forma de decir que no tienes tiempo para trabajar en tu autoestima. Si esperas a que la vida sea perfecta antes de actuar, nunca lograrás nada. Dite a ti mismo que puedes hacer lo que quieras, ahora mismo y hazlo.

Te espero en nuestro próximo artículo…